EL ARPA DORMIDA: Los poetas de la calle, por Ancrugon – Mayo 2013


Allá por diciembre del pasado año, nuestro compañero Raúl Molina ya nos habló de este fenómeno en su artículo “Paredes que hablan de poesía”, correspondiente a su sección “Cajón de sastre”, el cual sería bueno que leyeseis antes de continuar con éste puesto que se complementan:


Hoy simplemente queremos ampliar algo más sobre este fenómeno de poesía urbana que está tomando un auge increíble en las calles de las ciudades americanas, y cuando nos referimos a América lo hacemos a la de habla latina (español o portugués), pues el planeta norteamericano está por encima del bien y el mal mirándose en su propio ombligo.

El movimiento de las pintadas callejeras con intención poética surgió hacia 1996 en la ciudad mexicana de Monterrey por la inspiración de Armando Alanís Pulido, poeta y promotor cultural mexicano nacido en aquella localidad el 15 de enero de 1969, autor de varios libros de poemas y ganador de premios como  el Nacional de Poesía Joven Ubaldo Ramos, el Internacional de Poesía Nicolás Guillén o el de las Artes de la Universidad Autónoma de Nuevo León, entre otros. La idea del movimiento Acción Poética era ocupar los muros desnudos y desangelados de la ciudad escribiendo en ellos versos o frases bellas tanto de ellos mismos como de otros poetas más famosos. La ocurrencia se extendió por todos los rincones de Iberoamérica como la pólvora y, aunque cada grupo tiene sus propias peculiaridades, existen unas reglas no escritas más o menos comunes:
-         Los versos pertenecen a la micropoesía, por lo tanto no deben exceder, a ser posible, de las ocho palabras.

-         El tipo de letra debe ser en mayúsculas, de imprenta, de color negro sobre fondo blanco.

-         No se puede pintar aleatoriamente, sino que se debe pedir permiso a los dueños de los muros antes de escribir sobre ellos, incluso se les puede ofrecer que elijan la frase.

-         No deben aceptar dinero por sus versos, la única ayuda puede ser pintura tanto blanca como negra o pinceles.

-         Normalmente, cada poeta escribe en sus primeras paredes versos de Armando Alanís, el impulsor del movimiento, como homenaje al mismo, aunque esto no es un requisito obligatorio, sino voluntario.

-         Deben conseguirse muros bastante accesibles a todo el público, para que el mensaje llegue a la mayor parte de la población, eligiendo lugares bien visibles y llegando, incluso, a escribir el mismo en lenguaje Braille para los ciegos.

Arriba mostramos una fotografía donde los integrantes de Acción Poética La Rioja Argentina realizaron una barda con una poesía en lenguaje Braile, cuyo texto dice: ""AQUI SOMOS REALES: DECIMOS LO SIENTO, ABRAZAMOS, TENEMOS PACIENCIA, NOS QUEREMOS..."

Tras estos años de actividad, es indudable el éxito de la iniciativa, pues los habitantes de las ciudades donde aparecen están encantados mayoritariamente, aunque siempre habrá excepciones, con los mensajes románticos, sugerentes y siempre positivos de estos versos.

Analizándolo en profundidad, podemos afirmar que éste es un arte contemporáneo que busca redefinir sus formas y maneras constantemente, tiene fuerza comunicativa, es impredecible y está lleno de energía puesto que expresa los sentimientos y las emociones con el énfasis de la fe juvenil. Es este un arte que se basa en la fugacidad, puesto que no está pensado para que dure, pero tiene el poder de la seducción, como una sonrisa, y perdura en el recuerdo que, a fin de cuentas, es de donde se alimentan las emociones y los sentimientos. Tiene, al mismo tiempo, características propias de la perfomance, pero, a diferencia de esta acción artística, no necesita de testigos presenciales y tampoco tiene ni principio ni final, pues todo se basa en el milagro de una mirada.

El poeta callejero no necesita revestirse de intelectualidad, le basta con la sensibilidad y la franqueza, y ahí radica lo sublime pues con pocas palabras puede decir mucho, como ocurre con los sentimientos sublimes que, por esencia, son inefables, sólo se pueden expresar con las cosas sencillas. Así mismo, el artista de la calle no necesita de los elogios, no los espera, no se alimenta para nada de ellos, pues cuando su lector absorbe su mensaje, él ya no está porque actúa como el campesino que va dejando la simiente por la tierra con la única esperanza de que el tiempo sea propicio para que pueda crecer…

Ha sido tanta la fama de este movimiento que se ha grabado un documental titulado “Llueve poesía”, cuyo tráiler podéis ver seguidamente:



Acción Poética también ha llegado a España demostrando, una vez más, que la influencia cultural es multidireccional y que, igual que los vasos comunicantes, siempre el flujo va hacia donde más se necesita…


Pero mejor que nuestras palabras que hablen las de los poetas callejeros, esas personas desinteresadas y anónimas que regalan sus versos al público sin esperar premios ni beneficios por las ventas de sus libros, que no prostituyen sus pensamientos en los altares del mercado y que, como la naturaleza, el único verdadero genio, saben que toda belleza es efímera y, por ello, sublime e irrepetible.



Hay miles de ejemplos más, podríais ayudarnos a recopilarlos. ¿Nos enviáis alguna fotografía de aquellos con los que os crucéis por la calle?...

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