MIS AMIGOS LOS LIBROS: 1984, por Ancrugon – Junio 2013

“Ya de joven me había fijado en que ningún periódico cuenta nunca con fidelidad cómo suceden las cosas, pero en España vi por primera vez noticias de prensa que no tenían ninguna relación con los hechos, ni siquiera la relación que se presupone en una mentira corriente. (...) En realidad vi que la historia se estaba escribiendo no desde el punto de vista de lo que había ocurrido, sino desde el punto de vista de lo que tenía que haber ocurrido según las distintas «líneas de partido». (...) Estas cosas me parecen aterradoras, porque me hacen creer que incluso la idea de verdad objetiva está desapareciendo del mundo. A fin de cuentas, es muy probable que estas mentiras, o en cualquier caso otras equivalentes, pasen a la historia. ¿Cómo se escribirá la historia de la Guerra Civil Española? (...) Sin embargo, es evidente que se escribirá una historia, la que sea, y cuando hayan muerto los que recuerden la guerra, se aceptará universalmente. Así que, a todos los efectos prácticos, la mentira se habrá convertido en verdad. (...) El objetivo tácito de esa argumentación es un mundo de pesadilla en el que el jefe, o la camarilla gobernante, controla no sólo el futuro sino también el pasado. Si el jefe dice de tal o cual acontecimiento que no ha sucedido, pues no ha sucedido; si dice que dos y dos son cinco, dos y dos serán cinco. Esta perspectiva me asusta mucho más que las bombas, y después de las experiencias de los últimos años no es una conjetura hecha a tontas y a locas.”

George Orwell

Si hay una novela que se puede relacionar con el tema del mes, esa es “1984”, del escritor británico George Orwell y, sobre todo, con el personaje obsesivamente omnipresente en todo momento de la misma, el Gran Hermano, el ojo que todo lo ve, todo lo controla y todo lo dispone.
Big Brother es un ser que gobierna Oceanía en nombre del “El Partido” único denominado Ingsoc y aparece a través de las telepantallas instaladas en cada hogar mediante las cuales se adoctrina al pueblo emitiendo constantemente la propaganda oficial y controlando, al mismo tiempo, cada movimiento de cada persona.
 “1984” fue escrita por Orwell con otro título: “The Las Man in Europe” (El último hombre de Europa), pero los editores lo cambiaron por el que conocemos a causa de que la acción transcurre en ese año, que resulta de intercambiar los dos últimos dígitos del que fue escrita, 1948. Ésta es de las novelas que se denominan distópicas, puesto que explora las estructuras sociales, políticas y económicas planteando un mundo apocalíptico repleto de pesadillas.
La acción se localiza en la ciudad de Londres, perteneciente a una región llamada Franja Aérea, dentro Oceanía, un macro-estado colectivo, cuya sociedad se divide en tres grupos: el Consejo dirigente, compuesto por los miembros del círculo interior del Partido; los componentes externos del Partido, lo que sería el funcionariado o burocracia que viven controlados en una situación alienante que le impide pensar críticamente, y el grueso de la población o prole, una masa ingente atemorizada y dominada.
Los derechos civiles brillan por su ausencia y el pueblo vive en una situación poco menos que miserable sometidos a unas leyes injustas cuyo incumplimiento conlleva la tortura o la muerte. La propaganda del partido es constante y no sólo por medio de las pantallas, sino también en las calles donde los adictos al régimen realizan continuas manifestaciones gritando consignas favorables al Partido y atacando a los supuestos traidores, desarrollando de esta forma un peligroso fanatismo doctrinal. Es la imagen de un sistema dictatorial que, en su momento, quiso criticar al stalinista y al hitleriano, pero que actualmente es semejante a muchos de índole diferente. Sin embargo, en aquellos momentos, justo después de la Segunda Guerra Mundial y en pleno desarrollo de la Unión Soviética dominada por Stalin, la mención de El Gran Hermano, es una alusión ridiculizadora del estadista soviético y la parafernalia hitleriana de la SS y de la Falange Española son caricaturizados en los uniformes negros del Partido Interior y del Partido Exterior respectivamente, así como la referencia a los constantes cambios de alianzas entre potencias es una burla del Pacto Molotov-Ribbentrop entre la Unión Soviética de Stalin y la Alemania nazi de Hitler.
El personaje central  es Winston Smith, un empleado del Ministerio de la Verdad, uno de los cuatro ministerios gubernamentales, además del Ministerio del Amor (Minmor, en neolengua), que se encarga de administrar los castigos y de reeducar a los miembros del Partido partiendo de una fe ciega en la ideología del mismo; del Ministerio de la Abundancia (Mindancia), que controla la economía de subsistencia a la que se conduce a la población; y del Ministerio de la Paz (Minpax), el cual, por lógica, se encarga de la guerra con los otros estados y de la represión interna. El Minver, o Ministerio de la Verdad tenía como misión  manipular o destruir los documentos históricos con el fin de amoldar la historia a la versión oficial del Estado, y ese era el tabajo de Winston Smith, el de reescribir la historia.
Este personaje vive en Londres, como ya hemos dicho, perteneciente al Estado de Oceanía, gobernado por el Ingsoc y que comprendía el Reino Unido, Irlanda, América en su totalidad, Australia, Nueva Zelanda y África desde al Ecuador hacia el Sur. Los otros estados eran: Eurasia, gobernado por un partido neobolchevique, comprendiendo la Europa continental y toda Rusia; y Estasia, cuya filosofía de vida es la adoración a la muerte o la desaparición del yo y que comprende toda Asia Oriental. A estas zonas debemos sumar el norte de África y el sur de Asia que están en disputa por las otras tres.
Volviendo a Oceanía, el Gran Hermano es la figura dominante más importante, es el guardián de la sociedad, jefe del ejército, juez supremo, director político y casi Dios. Él representa la ideología del Partido que controla y vigila todas las actividades: el pueblo es obligado a mantener una apariencia permanentemente de contento con la situación y se les considera poco más que animales incapaces de cualquier tipo de intelecto y, por lo tanto, totalmente inofensivos, por lo que la Policía del pensamiento sólo debe preocuparse de los disidentes del Partido. La familia es una institución en declive y se alienta a las denuncias de los padres por parte de los hijos.
El lema del Partido: “Guerra es Paz, Libertad es Esclavitud, Ignorancia es Fuerza”, se explica porque mediante la guerra contra otro Estado se atemoriza a la población por lo que ésta no se levanta contra el gobierno, el esclavo es libre al no tener que pensar por sí mismo ni conocer otro estado de las cosas, y la ignorancia es la fuerza del Partido porque mediante ella impide cualquier disidencia.
Winston Smith lleva varios años trabajando en el Ministerio de la Verdad y por ello se va dando cuenta de que todos aquellos retoques de la historia son una farsa del gobierno y del Partido Único. Entonces siente la necesidad de burlar la vigilancia del Gran Hermano y entre tanto conoce a Julia, una joven rebelde de la que se enamora. Ambos deciden afiliarse a la Hermandad, un grupo clandestino de resistencia que dirige Emmanuel Goldstein, considerado el Enemigo del Pueblo y el autor de El Libro, el cual enseña al pensamiento independiente y libre, totalmente prohibidos, aunque en realidad él fue uno de los creadores del Partido… Cuando se dan cuenta que también este grupo es un mentira, ambos son detenidos  y sometidos a tortura por el Ministerio del Amor en la Habitación 101, de donde saldrán con el cerebro totalmente lavado y admitiendo la única verdad del Partido…
Tristemente, sociedades y regímenes políticos similares a esta plasmada en la novela “1984” son cada vez más frecuentes en la actualidad, incluso muchas democracias están infectadas de un afán de controlar al pueblo perdiendo su legitimidad, por lo que es lamentable el destino sombrío que se nos presenta para una población y unos ideales frecuentemente supeditados a los intereses económicos de unas pocas compañías, o personas sin escrúpulos, por lo que podríamos afirmar que “1984” no es en realidad una novela de ciencia ficción sino una predicción de un cataclismo que se nos viene encima como un meteorito incontrolado.
George Orwell, seudónimo de Eric Arthur Blair, nació el 25 de junio de 1903 y murió el 21 de enero de 1950. Fue periodista y escritor crítico con los movimientos sociales y políticos que le tocó vivir: el imperialismo británico, los totalitarismos y las guerras: Mundial y Civil Española en la que participó como voluntario en la milicias del POUM y CNT, contra los franquistas. Por ello, todas sus novelas son un alegato contra los regímenes totalitarios y a favor de la libertad, sean del color que sean, con títulos tan conocidos como “Los días de Birmania”, “Homenaje a Cataluña”, “Rebelión en la granja” o “1984”
Esta novela ha inspirado diferentes guiones cinematográficos, siendo la primera realización la Michael Anderson en 1956, a la que le siguieron la versión libre de Woody Allen, titulada “El dormilón”, de 1973, la Michael Radford de 1984 y la adaptación para televisión de Rudolph Cartier de 1954.



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